La volatilidad en los mercados financieros provocada por la imposición de nuevos aranceles comerciales por parte del presidente Donald Trump ha generado preocupación entre millones de jubilados y personas cercanas al retiro, cuyos fondos de pensiones, principalmente a través de cuentas 401(k), han sufrido pérdidas significativas, según informó NBC News.
El viernes, tras una nueva ronda de aranceles anunciada por la administración Trump contra algunos de los principales socios comerciales de Estados Unidos, incluyendo a China, el índice S&P 500 cerró con una caída del 6%, el Nasdaq retrocedió un 5,8% y el Dow Jones Industrial Average perdió más de 2.200 puntos, equivalente a aproximadamente un 5,5%.
Esta contracción del mercado bursátil afectó directamente a millones de estadounidenses que dependen de sus ahorros de jubilación invertidos en bolsa. NBC News recogió testimonios de personas que expresaron su ansiedad y frustración tras observar la disminución de sus cuentas 401(k), justo cuando se preparaban para iniciar una nueva etapa de sus vidas.
Impacto inmediato en los fondos de retiro
“Estoy simplemente atónita, y con tanto dinero en el mercado, solo podemos esperar tener suficiente tiempo para recuperarnos”, dijo Paula, de 68 años, residente de Nueva Jersey, quien se jubiló hace tres años tras una carrera como profesional de salud ocupacional. Paula solicitó mantener su apellido en el anonimato por temor a represalias debido a sus críticas a las políticas del gobierno federal.
Paula relató que ella y su esposo han suspendido decisiones de gasto significativas, como renovaciones del hogar y viajes planeados. “No podemos cambiar nada ahora, salvo nuestro nivel de gasto”, dijo. “Estoy segura de que hay consumidores en todo el país que están optando por ser más cautelosos. Luego se convierte en un ciclo vicioso. La confianza del consumidor disminuye”.
The Wall Street Journal destacó durante el fin de semana que las medidas arancelarias adoptadas por Trump constituyen las más amplias e intensas en la historia reciente de Estados Unidos, y potencialmente superan las que se impusieron en 1930 con la Ley Smoot-Hawley, que según historiadores agravó la Gran Depresión.
Incertidumbre generalizada
Victor Fettes, de 54 años y residente en Georgia, se retiró hace apenas una semana de su cargo como director senior de gestión de riesgos y cumplimiento en Verizon. Según explicó al medio, su fondo de retiro perdió 58.000 dólares en dos días. “Eso es estresante. Si esto continúa, no puedo mantenerme jubilado”, afirmó.
La incertidumbre ha llevado a muchos a cuestionar su seguridad económica. Alison Carey, de 64 años y trabajadora independiente en el sector teatral en Oregón, expresó su temor ante la inestabilidad: “No quiero tener que preocuparme porque todos estén cambiando constantemente mi realidad financiera”, dijo.
El esposo de Carey, Benajah Cobb, de 63 años, también en la industria teatral, señaló su frustración con el rumbo económico: “Te das cuenta de lo desconectada que está esta administración de la gente común. Las cosas se están desmoronando tan rápido que espero que el Congreso, especialmente los republicanos, actúe”.
Defensa presidencial
Frente a las críticas, Donald Trump defendió las medidas arancelarias como parte de su estrategia para devolver empleos y producción manufacturera a Estados Unidos. “Nuestro país ha sido saqueado, expoliado, violado y despojado por naciones cercanas y lejanas, tanto amigas como enemigas”, afirmó en un reciente discurso. “Pero eso no va a pasar más”.
En sus redes sociales, el presidente reafirmó su postura: “MIS POLÍTICAS NUNCA CAMBIARÁN”. Más tarde publicó: “SOLO LOS DÉBILES FRACASARÁN”.
Pese a las promesas de la Casa Blanca, sectores empresariales y grupos inversores advierten que los aranceles podrían provocar un aumento en los precios al consumidor y una reducción del gasto, justo en un momento en que la confianza de los hogares es un componente clave para la estabilidad económica.
Desigualdad en el ahorro para el retiro
Según una encuesta de AARP publicada en abril del año pasado y citada por CNBC, uno de cada cinco estadounidenses mayores de 50 años no tiene ahorros para la jubilación, y el 61% teme no tener suficiente dinero para mantenerse tras dejar de trabajar. Ese contexto ha intensificado la preocupación entre los afectados por la reciente caída del mercado. “Estamos viviendo con ansiedad por algo sobre lo que no tenemos control ni certeza. Solo podemos observar”, dijo Paula.
Fettes, por su parte, afirmó que ha comenzado a contactar a sus representantes en el Congreso para manifestar su oposición a las políticas arancelarias. “Creemos firmemente en nuestra familia que una democracia es un juego participativo. Queremos asegurarnos de que nuestros representantes comprendan dónde estamos y qué queremos que hagan”.
A medida que la volatilidad persiste, muchos jubilados y trabajadores de edad avanzada siguen monitoreando sus fondos con creciente inquietud. “Ese es mi gran temor ahora: ¿cuándo llegará el déficit?”, dijo Paula. “¿Cuánto tiempo más podemos resistir?”
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