-¿Qué pasará con quienes firmaron la reparación histórica? ¿Les cambia algo el fallo Blanco?
La Anses tiene claro que este fallo es un antes y un después en materia previsional, ya que continuó con la doctrina de los casos Badaro y Elliff y abrió el camino para replantearse si lo ofrecido en la reparación histórica se ajusta a derecho. La carta que jugó la Anses en la Justicia fue tan importante y peligrosa que era a todo o nada. Y le salió nada. Según la Corte, el Poder Legislativo debería establecer el índice para la actualización de los salarios computables para calcular el haber inicial. En el caso de la reparación histórica, los beneficiarios aceptaron que esa actualización se hiciera con el índice Ripte. Ahora, si bien el acuerdo firmado entre el jubilado y la Anses tiene características de cosa juzgada, el fallo Blanco establece un hecho nuevo. Y, si bien el acuerdo transaccional fue homologado, no sería raro que alguien solicite no la nulidad, sino el reajuste del haber nuevamente. Ya que la Sala II de la Cámara Federal de la Seguridad Social ha fallado disponiendo que la reparación es un accesorio hasta la cancelación de la deuda por el juicio de reajuste (fallo Guarco C/ Anses), debería entonces resolverse su continuación o iniciación, con una característica: la Anses está pagando y reconociendo su error en la liquidación. La Anses se arriesgó mucho con la resolución 56/2018 y llevando el tema a la Corte. Como no salió lo que esperaba, esto puede generar que los beneficiarios reclamen las diferencias en los reajustes, con una nueva ola de juicios.
-¿Será necesario seguir pidiendo reajustes por vía judicial?
-Desgraciadamente no veo otra solución al conflicto previsional, si bien la reparación reconoció que la Anses liquida mal los haberes, un objetivo oculto fue establecer un índice de liquidación y movilidad (Ripte) que hasta ahora no fue muy favorable. La Anses llevó a la Corte 11.000 casos para tratar de establecer ese índice definitivamente. Es sorprendente que la única manera de tener una jubilación digna sea a través de la Justicia. Nunca se acató la jurisprudencia de la Corte en fallos ya conocidos y, por lo tanto, si no se reclama, se pierde.
-¿Qué políticas habría que tomar?
-La pregunta es si en lugar de crear leyes como la de la reparación histórica o de aprobar moratorias sin tener claro cómo financiar los pagos, no sería mejor dejar de apelar fallos y pagar lo dispuesto por la Justicia. Hoy no es suficiente haber aportado 30 años o más; también hay que reclamar judicialmente un derecho alimentario como lo es la jubilación.
El autor es abogado especializado en materia previsional y docente de la UBA
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