La primera ministra francesa Elisabeth Borne tuiteó el sábado por la noche después de la votación de 195-112 que esperaba la aprobación definitiva del proyecto de ley para “asegurar el futuro de nuestro sistema de jubilación”.
La propuesta del presidente Emmanuel Macron, que conlleva riesgos para el gobierno, ahora debe avanzar por un complicado territorio político con múltiples resultados potenciales.
Borne convocó a una reunión el domingo por la noche y ordenó a los ministros buscar un consenso entre los legisladores en los próximos días.
El gobierno espera no tener que recurrir a una opción constitucional especial que obligará a aprobar la reforma de pensiones sin tener que someterla a votación. Borne ha usado ese mecanismo 10 veces antes, e invocarlo para el asunto políticamente delicado de la jubilación podría desencadenar una moción de censura.
El portavoz del gobierno, Olivier Veran, subrayó después de la reunión que el gobierno trata de evitar el uso de la opción constitucional. Pero al ser cuestionado, agregó: “No renunciaremos a nuestra reforma del plan de jubilación”.
Ante la oposición de los sindicatos al proyecto de ley, la basura se acumula en París y otras ciudades con los trabajadores del servicio de recolección de basura en huelga. Los servicios en otros sectores, como energía y transporte, también se han visto afectados, aunque han ido mejorando.
El Ayuntamiento de París indicó que hasta el domingo se han apilado unas 5.400 toneladas de basura en las calles de la capital francesa, incluso frente al edificio donde se reúne el Senado. El hedor a pescado podrido y otros alimentos flotaba en el viento, especialmente alrededor de algunos restaurantes.
El canal de noticias de televisión CNews citó a Colombe Brossel, encargada de saneamiento del Ayuntamiento de París, diciendo que el problema se debe principalmente a la suspensión de incineradores.
Es posible que el problema no se resuelva pronto. Los sindicatos planean más huelgas y una octava ronda de protestas en todo el país el miércoles, día en que el proyecto de ley de pensiones será abordado por una comisión conformada por siete senadores y siete legisladores de la cámara baja.
La comisión conjunta tiene la tarea de encontrar un punto de acuerdo entre las versiones de la ley del Senado y la Asamblea Nacional.
Una aprobación parlamentaria daría legitimidad al plan de pensiones, razón por la cual el gobierno espera abstenerse de invocar su poder constitucional especial para aprobar el proyecto de ley.
Pero existen múltiples escenarios antes que la propuesta pueda convertirse en ley, lo que hace que su camino luzca incierto.
Si la comisión parlamentaria llega a un acuerdo el miércoles, el documento aprobado será sometido a votación al día siguiente tanto en el Senado como en la Asamblea Nacional. Sin embargo, el resultado en la Asamblea Nacional, donde la alianza centrista de Macron perdió la mayoría el año pasado, es difícil de predecir.
Si la comisión no llega a un acuerdo, el proyecto de ley probablemente regresará a la Asamblea Nacional para más debate y otra votación, y luego será considerado por el Senado antes de volver a la Asamblea.
No hay comentarios