“La escasa capacidad de lucha de las bases previsionales es un claro indicador de la resignación ante el embate de esta administración. Levantamos el paro ante el agotamiento de la medida”, informó ayer el gremio en un comunicado. Lo cierto es que Fabre enfrenta una crisis interna en Apops, ya que algunos de sus colegas en la comisión directiva no comulgan con su rechazo al Gobierno, según deslizó el sitio www.infogremialies.com.
Fabre fue un viejo aliado de Hugo Moyano durante los 90 y en los 12 años que el jefe camionero estuvo al frente de la CGT. Hoy, sin embargo, es un dirigente gremial con una impronta propia, capaz de rechazar a Moyano al igual que a Héctor Daer, referente del sector de “los Gordos” (grandes gremios de servicios).
Verborrágico y acostumbrado a mensajes filosos, Fabre ganó más protagonismo desde el silencio que con sus batallas retóricas. Cobra a menudo cierta relevancia a partir de los mensajes que a veces empapelan las calles porteñas y llevan la firma de la Apops.
Algunos carteles emblemáticos: “Peronismo o La Cámpora”, lanzó hace unos días el gremialista, que apoyó la precandidatura presidencial de Guillermo Moreno y a quien también se lo vincula como un hombre cercano a Amado Boudou.
Hubo otros mensajes, con la interna sindical de fondo. “No al acuerdo con el FMI. La CGT de la traición”, rezaban los afiches que empapelaron los alrededores del teatro Empire, cuando en 2018 el triunvirato de mando avanzó en una huelga contra la gestión de Mauricio Macri.
LA NACION
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