Para muchos jubilados argentinos, mudarse a Europa después de los 65 años puede representar un anhelo, una búsqueda de nuevas perspectivas y experiencias en otro continente.
Y, en este contexto, un país se destaca como un destino especialmente atractivo: Italia. Con su encanto inigualable, el país europeo abre sus puertas a los jubilados argentinos ofreciéndoles una visa especial con beneficios impositivos que pueden resultar muy atractivos para quienes buscan un retiro tranquilo y lleno de comodidades.
Emigrar a Italia: ¿cuáles son los requisitos para conseguir la visa para jubilados?
Según el sitio web especializado Italia.it/es, los jubilados que deseen emigrar a Italia necesitan solicitar la visa que se basa en el artículo 24-ter del TUIR, incorporado en la Ley de Presupuestos de 2019.
Este tipo de visado está dirigido a quienes reciben ingresos por pensiones del extranjero, ya sean italianos que residen fuera del país o ciudadanos de otras nacionalidades.
Para que un jubilado argentino pueda mudarse a Italia y adquirir los beneficios fiscales, es necesario trasladarse a un municipio con menos de 20.000 habitantes, como por ejemplo pueblos de las zonas de Sicilia, Calabria, Cerdeña, Campania, entre otras.
Además, debe cumplir los siguientes requisitos:
- El domicilio fiscal del contribuyente tiene que ser afuera de Italia durante los últimos cinco años.
- Tiene que existir un convenio para evitar la doble imposición entre Italia y la Argentina.
¿Cuáles son los beneficios fiscales que ofrece Italia a los jubilados?
El Gobierno italiano ha implementado una serie de medidas fiscales que benefician a los jubilados argentinos que deseen establecerse en el país europeo.
Estas medidas incluyen el pago de un impuesto sustitutivo del 7% sobre todos los ingresos no italianos de los jubilados, lo que proporciona una carga tributaria más baja en comparación con otros países europeos.
Además, se elimina el derecho a deducciones por doble imposición internacional, lo que simplifica el proceso fiscal para los jubilados que reciben ingresos de múltiples fuentes en diferentes países.
Una ventaja significativa es la posibilidad de excluir del impuesto italiano las rentas obtenidas en otros países, lo que permite a los jubilados argentinos mantener una parte de sus ingresos libres de impuestos en Italia.
Asimismo, se elimina la obligación de realizar declaraciones de bienes en el extranjero, reduciendo la carga administrativa y simplificando el proceso de cumplimiento fiscal para los jubilados.
Además, los activos mantenidos fuera de Italia no estarán sujetos a impuestos sobre el patrimonio italiano, lo que brinda seguridad a los jubilados argentinos respecto a su patrimonio en el extranjero.
Esta estrategia fiscal está diseñada para atraer a una mayor cantidad de adultos mayores residentes en el extranjero para radicarse en el sur del país, una región con menor desarrollo económico que podría beneficiarse del aumento de la población y la inversión extranjera.
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